jueves, 24 de enero de 2019

"Criptomonedas, ¿oro o humo?" (2019)

Criptomonedas, ¿oro o humo?

Publicado en La Voz de Galicia (suplemento Mercados) el 13 de enero del 2019

Link a la noticia original:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/mercados/2019/01/13/inversores-aferran-repunte-bitcoin-tras-pinchar-burbuja/0003_201901SM13P2991.htm

Autor: E.V.Pita

Los inversores se aferran al repunte del bitcoin tras el pinchazo de la burbuja. Los expertos confían en el largo plazo y apuestan por un alza de las divisas digitales con productos para ahorradores (ETF) y el recorte de emisión (halving) del 2020

 En un bar de Vigo, un informático bebe una caña y rememora con nostalgia los tiempos en los que él fue un minero del bitcoin, alrededor del 2011. «Yo fui uno de los primeros que miné bitcoins en Galicia. Fue hace años. Miné un bitcoin y me lo gasté; valía un dólar y me compré con él una tontería. Si me lo hubiese quedado, lo habría vendido cuando estaba a 20.000 dólares, habría sacado un buen pellizco».
En su día, este minero de criptomoneda solo pretendía superar un reto profesional y no pensó en especular con la divisa digital. «Entonces, todo el mundo minaba porque era barato y muy fácil». Los mineros tenían que descifrar un algoritmo, «que era muy sencillo y rápido», y recibían como recompensa uno o más bitcoins. Bastaba con usar el ordenador de mesa. En esa época, un pionero había minado 10.000 bitcoins y se los gastó en dos pizzas. Lo hacían por diversión, sin sospechar que a finales del 2017 cada una de esas monedas valdría una fortuna. Ahora sería impensable minar un bitcoin en Galicia debido a que el algoritmo se ha vuelto muy complicado, se necesita una granja de ordenadores para calcular y hay competencia mundial. Ya no es rentable minar bitcoins en países donde la electricidad es cara; hay que ir a China o a Paraguay.

Quienes compraron bitcoins hace unos años como inversión, cuando el gran público ignoraba lo que eran, tuvieron un subidón de adrenalina al convertirse en nuevos ricos a finales del 2017. Era como si les hubiese tocado el Gordo de Navidad. Una gallega contaba hace poco que, un día, su marido le pidió, en tono misterioso, que custodiase unos códigos electrónicos. Si algún día él faltaba, ella podría convertirlos en dinero real. Le aconsejó que fuese discreta y no alardease: «La gente pensará que tenemos bitcoins y que somos millonarios».Testimonios como estos empiezan a aflorar a medida que se siente nostalgia del bum del bitcoin. En diciembre del 2017, la unidad alcanzó el pico de 16.300 euros. Algún analista predijo que el valor de la divisa rebasaría los 100.000 dólares, pero cayó a 3.294.

Un experto gallego hace balance de daños: «Los que pierden dinero ahora están tranquilos porque lo ven como una inversión a largo plazo y confían en recuperar, pero si con el halving (recorte de emisión) del 2020 no se recupera, empezarán a ponerse nerviosos. Muchos que han perdido están comprando más con las caídas, lo cual no es muy aconsejable, pero tienen fe en el largo plazo». Respecto a los que hicieron fortuna, «tienen el dinero parado esperando a reinvertirlo en otros negocios tecnológicos». El mismo especialista aclara: «En Galicia no conozco a nadie que se comprase un Lamborghini, que es el mito de las criptomonedas».

Tras reventar la burbuja en el 2018, los especuladores no asumen que la burbuja ha estallado y se aferran a futuros repuntes. El valor sigue desplomándose hasta los 3.500 euros, un 80 % menos que hace un año. El pinchazo arrastró consigo al resto del dinero electrónico, usado como valor refugio, y ha puesto en cuestión la economía basada en tokens.

Los inversores confían en el largo plazo y han puesto sus esperanzas en dos posibles repuntes: las ETF de este año y el halving del 2020. Por un lado, están pendientes de que el organismo regulador norteamericano, la SEC, apruebe a lo largo de este año el uso de los ETF (fondos de inversión cotizados), que son productos que permitirían a ahorradores más tradicionales entrar en el mercado de las criptos. «En teoría, sería la entrada de dinero fresco en este mercado e impulsaría el precio para arriba», dice Antonino Comesaña, portavoz de Agalbit. Los especialistas recuerdan que el precio del bitcoin en el 2009 era insignificante, de milésimas de dólar, el equivalente al coste de la electricidad del ordenador que minaba la moneda. Hubo un informático que, en el 2010, llegó a pagar dos pizzas de 25 dólares con 10.000 bitcoins. En el 2016, un ataque masivo de unos hackers que secuestraban ordenadores de empresas exigían a sus víctimas que pagasen un bitcoin, que entonces ya cotizaba a 300 euros. Un año después, rondaba los 4.000. En noviembre del 2017, el valor de mercado de los bitcoins en circulación se disparó a 100.000 millones de dólares, lo mismo que el PIB de un país de tamaño medio. Si fuese una nación, tendría la moneda 56 más cotizada. Pero su alta volatilidad la desaconseja como medio de pago y los economistas la ven más como reserva, como el oro.

El estallido de la burbuja del bitcoin aún plantea enigmas. No es igual a las anteriores debacles. Tras la crisis de las punto.com, en el 2000, quebraron muchos chiringuitos de Internet valorados en millones. Sobrevivió Amazon porque Jeff Bezos lo vio venir y se aprovisionó de créditos. Ahora es un gigante mundial. Con el crash financiero del 2008 y tras reventar la burbuja del ladrillo, muchas inmobiliarias fueron arrastradas al fondo y algunos bancos pidieron rescate o los absorbieron otros más grandes. Todo el mundo sintió en sus carnes los recortes y la austeridad.

Estas crisis pertenecían al mundo real, pero a finales del 2017 estalló una de tipo virtual y, solo un año después, se están evaluando sus daños. Hace un año, el bitcoin se disparó astronómicamente y rozó los 20.000 dólares (16.300 euros) pero esta semana solo vale 3.294, un 80 % menos. La onda expansiva arrastró consigo a otras divisas digitales como ethereum, ripple, bitcoin cash o EOS.

Los economistas empiezan ahora a evaluar el impacto en la vida real del estallido de la burbuja de las criptomonedas, a medida que sigue cayendo la cotización y se esfuma la posibilidad de repunte. En todo caso, la fiebre del oro digital no ha terminado: esta criptomoneda ha tenido éxito porque su emisión es cada vez más escasa pues así lo programó su inventor, el misterioso Satoshi Nakamoto. Este creó un nuevo sistema de dinero electrónico que utiliza por completo una red per-to-per (P2P) sin un tercero de confianza. Su éxito se basaba en que emitiría una cantidad fija de monedas, cada diez minutos, aunque cada cierto tiempo (el halving) reduciría la emisión para crear escasez. Triunfó porque era una especie de patrón oro sin inflación. Ya se ha minado el 80 % del total de la emisión, 21 millones de bitcoins. Está programado un nuevo recorte de emisión de moneda para mayo del 2020. Los expertos creen que, ante la nueva escasez, habrá un nuevo repunte de la cotización y se aferran a ello para rescatar su dinero.

 Los economistas teóricos están entusiasmados con el bitcoin. Para Saifedean Ammous (admirador de la escuela austríaca), funciona como una especie de «patrón oro». La emisión restringida evita la inflación y elimina al Estado como intermediario. Nunca falta efectivo para hacer pagos porque cada bitcoin es divisible en 100 millones de satoshis. Una moneda escasa favorece el ahorro e inversión frente a la locura de los gobiernos keynesianos que imprimen moneda para salir de una recesión o depresión, sostiene.Otros son escépticos. Kenneth Rogoff ve al «oro digital» como un billete de lotería que hoy vale cero dólares y mañana 20.000. «La forma correcta de pensar sobre las criptomonedas es imaginarlas como billetes de lotería que se amortizan en un futuro distópico en el que se utilizan en Estados deshonestos y fallidos, o tal vez en países donde los ciudadanos ya han perdido toda apariencia de privacidad», decía en un reciente artículo. Pero parece que hay acuerdo entre los economistas en que es más un medio de reserva que de pago debido a los altos costes eléctricos de producirlo. Los mineros son la clave porque son ellos los que mantienen con vida la moneda o la dejan morir.

Para leer todo el reportaje completo, dirigirse a este link:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/mercados/2019/01/13/inversores-aferran-repunte-bitcoin-tras-pinchar-burbuja/0003_201901SM13P2991.htm



martes, 8 de enero de 2019

Los hackers atacan la economía «token» (2018)

Los hackers atacan la economía «token»

El desarrollador vigués Alejandro Regojo sufre múltiples asaltos de piratas informáticos desde que cofundó la criptomoneda Bitcoin Gold en octubre del 2017

Link de la noticia original:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/tecnologia/ciberseguridad/2018/08/28/hackers-atacan-economia-token/00031535450661461827641.htm

Fecha de publicación: 11 de septiembre del 2018 en el Suplemento Digital RED de La Voz de Galicia

Autor: E.V.Pita

Los háckers ya están atacando la economía «token» (ficha), basada en las divisas electrónicas y las monedas cifradas. Hay un suculento botín detrás del dinero virtual que promete agilizar las transacciones comerciales sin intermediarios. Cerca de 2.000 criptomonedas cotizan y en conjunto su valor de mercado vale billones de euros.El desarrollador vigués Alejandro Regojo es director de producto de la criptodivisa Bitcoin Gold (BTG). Él y cinco amigos que conoció en foros de Internet lanzaron en octubre esta versión (fork) de bitcoin para hacerlo más descentralizado. Tras la alegría inicial de que BTG tocase un valor de mercado de 5.600 millones de dólares llegaron los ataques de los háckers. Ahora tiene que tomar precauciones como usar un teléfono secreto que guarda en una caja para sus conversaciones de máxima seguridad. «Ya no puedo tener ni un móvil normal no red wifi, este negocio me ha cambiado la vida desde hace ocho meses», dice. El cofundador de BTG cuenta desde su despacho en un dúplex de la Porta do Sol de Vigo cómo los piratas informáticos suplantaron dos veces su identidad en las redes sociales. Sin embargo, aclara que robarles sus monedas es casi imposible porque se basan en la tecnología «blockchain».Regojo, de 24 años, admite que «tenemos un montón de problemas» con la ciberseguridad de su plataforma de gestión del Bitcoin Gold. «El de las criptomonedas es un mundo en el que en el teléfono, aunque hay sistemas muy seguros para hacerlo, de repente, se empieza a guardar mucho dinero en los aparatos de la gente», afirma. Añade que «si te hackean el teléfono se pueden llevar la información pero si, además tienes criptomonedas, estas tienen un valor añadido». Por ello, los hackers malos («que también los hay buenos») han reorientado sus actividades delictivas hacia donde huelen que van a sacar un jugoso beneficio. Y es un plato apetitoso cualquier empresa del mundo de las criptomonedas, por ejemplo, que mueva el dinero hacia las «start-ups» o acceden a una gran firma. «Si robas información a una gran empresa, tienes que ir a buscar un comprador pero si lo que sacan son criptomonedas, ese ya es propio producto de por sí y pueden comprar cualquier cosa con ellos», resalta. Aclara que «a nosotros nunca nos han robado nada porque tenemos una blockchain y no le pueden robar porque es inmutable. A nosotros, nos pueden robar la identidad para hacer delitos y las monedas se las pueden sustraer a otras personas pero no a los que organizan el blockchain, como nosotros».Aún así, Regojo aclara que sí sufrieron ataques para suplantar su identidad. «Nos la han hecho de todos los tipos, robaron un teléfono, hackearon la tarjeta SIM, hicieron un duplicado de todo, consiguieron el pin mediante fuerza bruta, y a través de la SIM, la autentificación que te llega al teléfono para ponerla en el ordenador y verificar que eres tú (la autentificación de dos pasos) consiguieron llegar al software que tenemos para organizar toda la empresa», indica. El desarrollador vigués, que antes estudió Económicas, indica que «hemos tenido ciberataques de todos los colores, desde ataques de denegación de servicios que nos tiraron abajo la web pero a mí, personalmente, el que más me afectó fue la suplantación de identidades. No es la primera vez que en redes sociales, crearon un cuenta que no es mía. Pasó en el lanzamiento de la moneda y hace dos semanas me pasó otra vez. Esto forma parte del ambiente de las criptomonedas».Añade que el software necesita seguridad y los problemas en este mundo «son tan reales como en otro». Hace poco, un hácker exigió 50.000 euros a otra empresa que no tenía nada que ver con las criptomonedas. «El mundo delictivo del hácking es aplicable a todo, con la dispersión del software, se podría hackear hasta el taxi de esas empresas que usan aplicaciones para reservar plaza», añade. Bitcoin Gold está liderado por el chino Jack Liao mientras que Regojo figura como organizador. Los otros cuatro socios son otro chino, un norteamericano, un búlgaro y un colombiano. La empresa ocupa el puesto 31 entre las criptodivisas más importantes del mundo, tiene un valor de 536 millones de dólares y cada unidad cotiza a 31 dólares.

«Con el blockchain hay un cambio de paradigma, la economía ya no se basa en el capital sino en la interacción de las personas» (2018)

«Con el blockchain hay un cambio de paradigma, la economía ya no se basa en el capital sino en la interacción de las personas»


EthicHub lanza el token Ethix, una criptomoneda basada en la comunidad de prestamistas y agricultores cafeteros mexicanos.  Hablamos con sus responsables, Jori Armbruster y Gabriella Chang

Link original a la noticia en la web:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/tecnologia/ciberseguridad/2018/10/19/blockchain-cambio-paradigma-economia-basa-capital-interaccion-personas/00031539953954120951530.htm

Publicado en el suplemento digital RED de La Voz de Galicia

Fecha de publicación: 19 de octubre del 2018

Autor: E.V.Pita

Los desarrolladores Jori Armbruster y Gabriela Chang visitaron la sede de ImpactHub en Vigo para explicar su proyecto de plataforma de préstamos EthicHub. Es una fintech basada en contratos inteligentes con tecnología blockchain. La idea es invertir en préstamos sin intermediarios para agricultores de países emergentes, por ejemplo, los cafeteros de Chiapas, en México. Para redondear el plan, están emitiendo su propia criptomoneda o token de utilidad, el Ethix. Fueron invitados a dar una conferencia por la Asociación Galega de Blockchain e IoT (Agalbit). A su charla acudió el vigués Alejandro Regojo, el joven que cofundó la criptomoneda Bitcoin Gold. En la entrevista habla Armbruster, acompañado por Chang.

Estáis visitando varios países de Europa para presentar vuestro proyecto de la plataforma EthicHub. Es de suponer que se respira un gran ambiente respecto al «blockchain» y la criptomoneda.

(Jori Armbruster) No solo hemos estado viajando por Europa, también hemos ido a Japón, Corea, China, Singapur, Estados Unidos y México. En este último país tenemos oficina para la captación de proyectos. Ponemos en contacto al inversor con agricultores del otro lado del mundo que están acostumbrados a pagar unos intereses muy altos.

¿En qué favorece el blockchain a estos proyectos?

Es la tecnología que soporta esto, es necesario para que funcione. Hubo más ambiente antes especialmente, ahora no, quizás en Vigo sí pero a nivel global la moda ha entrado en crisis porque subió demasiado rápido.

 ¿Reventó la burbuja?

Sí, se parece a la burbuja de las puntocom [1999-2000]. Creció demasiado rápido, eso iba a cambiar el mundo y, de repente, se pinchó y la gente ya no creía en Internet. Pero realmente las puntocom cambiaron el mundo. Hoy en día las firmas más grandes del mundo son Facebook, Apple, Amazon, todas empresas puntocom. Esa nueva tecnología sí cambió el mundo pero no ha ido tan rápido como la gente esperaba. Seguramente, el blockchain va a cambiar el mundo pero no tan rápido, ahora estamos en la fase de decepción pero va a volver a ponerse de moda. EthicHub va a emitir una criptomoneda llamada Ethix.

 ¿Cuándo será la ICO (oferta de lanzamiento)?

No nos gusta llamarla ICO sino «token sale». Será algo que se está poniendo de moda, una nueva tendencia en este mundillo, será una emisión continuada en vez de hacerla en un momento dado. Yo la pongo a funcionar y van a ir entrando usuarios, que es el objetivo de nuestro token de utilidad.

¿Cuál es la diferencia?

Hay dos tipos de token, los de utilidad, como el nuestro, que es más parecido a un servicio, que es lo que nosotros vendemos, y los más de criptomoneda, más equivalentes a una moneda o acción. Nuestro token te da un servicio que es el acceso a nuestra plataforma. Si quieres prestar cien, tienes que comprar diez. Dos tokens quedan guardados en una bolsa de compensación por si, al final, esos agricultores no pagan. Quieras que no, hay un riesgo de impago o influye la volatilidad del peso mexicano, porque los agricultores cogen y devuelven de préstamo en esa moneda nacional. Hay un riesgo de tipo de cambio y si uno de esos eventos ocurre, el inversor recibe Ethix de esa bolsa para compensar su pérdida.

¿Por qué prestar dinero en Ethix y no en euros?

Realmente, lo que prestamos es una criptomoneda llamada Dai (DAI). Esta moneda vale un dólar, es como si estuvieses prestando dólares, pero los agricultores necesitan pesos mexicanos, por lo que se convierte a pesos. Ahí es donde existe ese riesgo de tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar. Y luego existe otro riesgo, que es el de impago. El objetivo de nuestro token, que no es una criptomoneda sino que es un token realmente porque no tiene una blockchain propia sino que nos construimos sobre la blockchain de Ethereum, es mitigar esos riesgos de tipo de cambio e impago.

(Gabriela Chang) Pero a la pregunta de por qué no se utiliza fiat (moneda real) para enviar el dinero y por qué se usa blockchain es porque, si no fuera por esos tokens, los euros no los podrías contabilizar, ni saber con certeza que van y vienen, no los puedes poner en un smartcontract. Se trata de tener confianza, si yo te voy a pedir que tengas confianza para prestarle dinero a gente del otro lado del mundo, lo que descentraliza esa confianza es blockchain porque tú sabes que tu dinero va a ir directamente a la otra persona. No te estoy pidiendo que me lo des a mí para que yo lo administre, sino a esa tercera persona. Y eso solo lo permite la blockchain. Y además crea un registro del historial de repago de estos agricultores, que a día de hoy son buenos pagadores pero como sus préstamos son en efectivo no queda un registro de esto. La blockchain permitirá que se haga un registro de ese historial crediticio de los usuarios. Pero el dinero no llega directamente al agricultor sino a un nodo local, al prestamista del pueblo.

(Gabriela Chang) No tenemos intermediación financiera. El nodo local es una persona que selecciona los proyectos previamente para subirlos a la plataforma solo si cumple las condiciones para tener esta tasa de pago inferior al 3 %. Cualquiera puede participar en la plataforma como inversor mientras haga la identificación de usuario (costumer) pero no cualquiera puede pedir dinero, solo gente que cumple unos ciertos requisitos para ser capaz de pagar la deuda. Quien selecciona a esas personas es el nodo local (un intermediario no financiero), y luego entre ellos eligen a un representante local, en el que más confíen en la misma comunidad, para que ese sea el que reciba el dinero y debe abrir una cuenta de banco (están todos desbancarizados). El intermediario financiero que eligen es el que saca el dinero y se lo da a ellos. En la segunda etapa, en la que estamos asociados con Mobilum, van a poder prescindir de la banca. Cada uno de los agricultores va a tener una tarjeta de débito nominal a la que le llegarán directamente las transferencias del smartcontract. Y así como yo puedo gastar pesos con una Visa y pagar euros, ellos podrán pagar sus gastos con estas tarjetas.

¿Los agricultores pagarían con Ethix?

(Jori Armbruster). No, con el DAI, que es como un criptodólar.
(Gabriela Chang). El DAI es un proyecto que se está haciendo con una moneda estable, va paralelo al dólar.

¿Por qué tenéis interés en contar vuestro proyecto en Vigo?

Sobre todo porque el organizador de la charla, Antonino Comesaña, ha estado muy vinculado al proyecto y nos ha ayudado con el desarrollo del seguro de tipo de cambio, incluso ha contribuido en la conceptualización de para qué sirve el Ethix en nuestro ecosistema. Es un embajador de nuestro proyecto y las labores de estos consisten en generar una comunidad local. Es lo que está haciendo él aquí, montar un evento en el que habla de EthicHub y de blockchain. Al final, la comunidad sabe de esto y le interesa también a una persona que tenga ahorros en el banco ganando relativamente poco por su dinero y podrá ver en EthicHub una oportunidad de diversificar sus ahorros porque aquí puede ganar hoy por hoy un 15 % sin los seguros, cuando esté implantado el sistema con nuestro token de cobertura de una zona de estos riesgos podrá ganar un 10 % con un riesgo moderado. Los agricultores están acostumbrados a pagar unos intereses muy altos y hay mucho que ganar entre lo poco que a tí te paga el banco y lo mucho que pagan ellos en intereses. Por el camino, hay acuerdo de negocio.

 Entre los asistentes a la charla de EthicHub estaba otro emisor de criptomonedas, el vigués Alejandro Regojo, cofundador de Bitcoin Gold. 

Lo hemos conocido ahora en Vigo. Él ha formado parte de ese proyecto y realmente las monedas no son de nadie, son de las comunidades. Es uno de los cambios de paradigma de blockchain, al final una moneda vale porque hay una comunidad detrás de esa moneda. Yo por emitir monedas nadie me las compraría, las compra la gente que quiere participar en un proyecto. Al final, los dueños de ese proyecto son los usuarios, los que tienen esa moneda.

Al lanzar esa moneda Ethix tenéis interés en crear comunidad de usuarios.

(Jori Armbruster) Sí, para eso está Antonino Comesaña y otros embajadores, para hablar con la prensa, explicar qué es EthicHub, hacer un meetup e invitar a la gente.

(Gabriela Chang). Para que la gente se entere para qué sirve, porque lo más importante que tiene un proyecto de blockchain, cualquiera, no solo el nuestro, es la comunidad. Hoy, con la tecnología, cualquiera puede cortar y pegar el código fuente de la blockchain y crearse su propia moneda pero ¿qué valor tiene ese si no hay una comunidad que lo haya adoptado y lo soporte? Lo que permite la tecnología blockchain es, en este cambio de paradigma, que la economía ya no se basa en el capital sino en las interacciones de las personas. Es como volver al trueque y tener algo que lleve el registro de lo que estamos intercambiando, sea tiempo, actividades o bienes, lo que se llama un Internet de valor.

 ¿Algún mensaje a los usuarios?

(Jori Armbruster). Invitamos a todos a seguirnos en nuestras redes sociales y si les interesa este proyecto pueden registrarse en nuestra web tanto para participar en la venta de nuestros tokens como para prestar ya a los agricultores mexicanos porque ya está operativa la plataforma.

(Gabriela Chang). Tenemos abierta también una plataforma de donaciones para un proyecto piloto con la fundación Triodos, que nos ha dado su confianza y nos ha cedido su plataforma de crowdfounding, para crear un pequeño fondo exponencial para financiar estas primeras comunidades y ayudarles a construir su historial crediticio. Es un fondo regordete donde todos los beneficios se vuelven a utilizar para seguir prestando.

"El abogado robot llega a Vigo" (2018)

El abogado robot llega a Vigo

El bufete Asesority entrena a un «chatbot» para responder a sus clientes las 24 horas

Link original a la noticia:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/vigo/vigo/2018/10/22/abogado-robot-llega-vigo/0003_201810V22C3994.htm

Publicado el 25 de octubre del 2018 en La Voz de Galicia (sección Vigo)

Autor: E.V.Pita

El bufete Asesority Abogados de Vigo, especializado en abusos bancarios y laboral, será pionero en la instalación de un programa de Inteligencia Artificial para atender las consultas de sus clientes las 24 horas del día. El chat de conversaciones automatizadas (chatbot) consiste en una máquina robotizada que pregunta al usuario que accede a la web la clase de materia legal de la que necesita información y, tras resolver sus dudas, lo encauza para concertar una cita telefónica con el despacho o para contratar un servicio.La idea del bufete es activar este chatbot en diciembre, una vez finalizada la fase de entrenamiento que están llevando a cabo. El despacho es pionero en Galicia del uso de chatbots ya que no tienen noticia de ningún otro bufete que lo use en la ciudad.

Las conversaciones automatizadas de estos asistentes virtuales ya son habituales en Estados Unidos porque ayudan a los bufetes a despachar trabajo rutinario. Allí, por ejemplo, un inmigrante ilegal puede escribir al chatbot la frase: «Me quieren deportar» y la máquina le aclara que solo será expulsado si lo arrestan.El letrado David Alfaya y su compañero de bufete se dedican estos días a «entrenar» al chatbot para que suministre las respuestas adecuadas al cliente. Aunque no hay una persona real detrás de las contestaciones del chat, profesionales de carne y hueso deben dedicar muchas horas de programación previa para elaborar un guion con todas las preguntas y respuestas posibles para que el diálogo con el cliente sea coherente. Programar un saludo de buenos días ya da trabajo para acertar con la mejor frase.

A mayores, la máquina aprende según aumentan sus conversaciones, las cuales almacena para afinar en sus diálogos.En apariencia, un chatbot se asemeja a un típico chat de mensajería instantánea. La máquina saluda al cliente con el que interactúa y responde a sus preguntas. Solo que detrás no hay un abogado real sino un programa informático con capacidad para aprender de su experiencia. Eso se debe a que la máquina está dotada de un programa de Inteligencia Artificial capaz de «entender» las preguntas qué le hacen los usuarios y canalizarlas correctamente, generalmente en derecho de abusos bancarios y laboral.

Pero antes, los abogados de verdad tienen que programar la máquina. Eso es lo que están haciendo Alfaya y sus socios. Usan como base el programa Dialogflow de Google. Su uso es libre pero, a partir de cierto número de usuarios, deben pagar una cuota al buscador. Es una de las múltiples aplicaciones que se pueden descargar en la red. Otra versión es Watson, de IBM, el chip de aprendizaje automatizado dotado de Inteligencia Artificial que ganó el concurso cultural Jeopardi. La tienda on line Amazon también tiene su propio chatbot.

«No sabemos informática, solo usamos las herramientas disponibles y dedicamos algo de nuestro tiempo libre a la informática. Hacemos simulacros para interactuar con el cliente durante tres o cinco minutos, probamos todas las frases y las configuramos», comenta Alfaya.

También enseñan a la máquina a distinguir las bromas de los usuarios graciosos. Y recalca: «El chatbot es el principio de la inteligencia artificial, actúa como si fuese un abogado real. Lo importante es el contenido. En las fases iniciales servirá para obtener información, para llevar al cliente a lo que busca, por ejemplo a cómo reclamar por las cláusulas suelo», dice. Alfaya, por ejemplo, enseña al robot a responder a un cliente que pregunte cuánto dinero le costará tramitar una reclamación por abusos bancarios. La máquina informa de la cuantía establecida y le anima a enviar el contrato por correo electrónico para que el despacho lo lea. Incluso le ofrece cubrir un formulario de contratación de servicios jurídicos.

«El chatbot da respuesta las 24 horas y contesta una duda en mitad de la noche sin que haya nadie conectado ni escribiendo al cliente», recalca.Recuerda que esta aplicación es un servicio más como la cuenta de Facebook, Twitter, el correo electrónico o el teléfono y su éxito dependerá de si el cliente adopta o no dicha tecnología como medio de interacción.

«Mineros» de criptomonedas se van de Galicia por el elevado coste de la energía (2018)

«Mineros» de criptomonedas se van de Galicia por el elevado coste de la energía

Dos venezolanos cierran su «granja» de computadoras en una nave de Vigo, igual que otros en Ourense

Publicado el 10 de diciembre del 2018 en La Voz de Galicia, sección Economía

Link a la noticia original: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2018/12/09/mineros-criptomonedas-van-galicia-elevado-coste-energia/0003_201812G9P32992.htm

Autor: E.V.Pita

El llamado minero de criptomonedas quizás sea el oficio más raro del mundo. Pero cada vez atrae a más informáticos, que montan granjas de computadoras, con China como principal destino, y a través de complejos algoritmos obtienen divisas virtuales. Pero también hay granjas en Galicia. Este trabajo, el de la minería, es la base que certifica las transacciones electrónicas basadas en divisas virtuales, y requiere mantener conectados a decenas de ordenadores en línea que se dedican exclusivamente a hacer cálculos y resolver acertijos matemáticos.

Esta actividad informática conlleva un alto coste de electricidad. El negocio, hasta ahora, era rentable porque el bitcoin -principal divisa virtual- y otras criptomonedas obsequiaban a estos mineros con una unidad del dinero electrónico cada vez que cumplían su misión. Hay que tener en cuenta que el bitcoin cotizaba en enero en casi 20.000 dólares (unos 17.600 euros) y ahora ronda los 4.000-3.000.

Resulta que con la fuerte subida del precio de la energía este negocio ya no es rentable aquí. Y empieza a no serlo tampoco en China, donde el recibo de la luz cuesta cinco veces menos. Minar criptomonedas consiste en confirmar transacciones electrónicas mediante la resolución de complejos algoritmos, lo que requiere una alta potencia de resolución. A medida que estos trabajadores generan más bloques de tecnología blockchain emiten más monedas, y cobran así una recompensa. Si una moneda no se mina, desaparece. Se ha definido a los mineros como una especie de banco central del bitcoin. Hace unos años, el premio que recibía un minero podía consistir en un bitcoin, que entonces valía 300 euros, pero a finales del 2017 la cotización se disparó a casi 18.000 euros y empezaron a proliferar mineros por todas partes. Galicia no fue una excepción.

En Vigo, dos venezolanos montaron el año pasado una nave comercial con algo más de medio centenar de computadores para hacer los cálculos y minar el bitcoin, el etherum y, sobre todo, otras criptomonedas de menos valor, pero que dejaban algo de rentabilidad. Aprovechaban el tirón de la burbuja que disparó las cotizaciones. Pero en enero este mercado reventó y se desplomaron los valores. Y, a la vez, el coste de la energía a la vuelta de verano se empezó a disparar. Acaban de emigrar a Madrid, han embalado medio centenar de ordenadores y los van a repatriar a Venezuela para aprovechar el menor coste eléctrico.

En Ourense, otros dos jóvenes se dedicaban a lo mismo, pero de forma más discreta. A día de hoy, también han visto cómo el negocio perdía rentabilidad, lo que les aboca al cierre, según han explicado fuentes del sector. «Pinta mal. Si no han cerrado el negocio, poco queda, se han quedado colgados y están en pérdidas», afirman esas fuentes.El negocio pasa por horas bajas en Galicia. El incesante desplome de esta divisa (hoy un bitcoin se cambia por menos de 3.000 euros, unos 3.700 dólares, cuando hace un año estaba por encima de los 13.000) hace peligrar la rentabilidad de esta actividad informática porque requiere decenas de ordenadores conectados en red y dedicados exclusivamente a hacer cálculos de algoritmos, lo que genera facturas de electricidad de 3.000 o 5.000 euros al mes. Y no salen las cuentas.

 Primero, los mineros gallegos intentaron buscar criptomonedas más baratas y poco demandadas para sacarles algo de rentabilidad. Pero ahora eso apenas da dinero, según relata el portavoz de la Asociación Galega de Blockchain e IoT (Agalbit), Antonino Comesaña. «El año pasado, lo del bitcoin fue una locura, hubo quien hipotecó su casa, pensabas que te ibas a hacer rico en dos días. También han matado muchas veces al bitcoin y sigue ahí», dice. Los dos venezolanos que se afincaron en Vigo aprovecharon su experiencia en el país sudamericano, donde las familias usan estas máquinas por supervivencia para obtener divisas electrónicas y eludir la hiperinflación del bolívar. Cuentan fuentes del sector, que han repatriado sus equipos a sus familias del país caribeño para que sigan allí el minado porque la electricidad es gratis.


La fuga del "Alcatraz" gallego (2018)

La fuga del «Alcatraz» gallego

Turistas que visitan la isla de San Simón confían a sus guías nuevos testimonios y hacen aflorar historias de película, como la de tres astutos presos de la Guerra Civil que huyeron


Link original de la publicación:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2018/12/16/fuga-alcatraz-gallego/0003_201812G16P10993.htm

Publicado en La Voz de Galicia

Fecha de publicación: 16 de diciembre del 2018

Sección Galicia

Autor: E.V.Pita

Poco a poco van aflorando nuevos testimonios de los trucos de película que usaron algunos presos republicanos recluidos en el campo de prisioneros franquista en la isla de San Simón para fugarse de esta fortaleza flotante en la ría de Vigo. Los propios turistas se lo cuentan a sus guías.

Dicha isla, ahora gestionada por la Xunta, era una especie de Alcatraz gallega. Al igual que la prisión de San Francisco, estaba enclavada en una roca de la bahía y sometida a un férreo régimen disciplinario. Escapar a nado del bastión californiano era casi imposible por las fuertes corrientes marinas. Lo mismo ocurría en San Simón. A ello se suma que poca gente sabía nadar. La prueba es que en la posguerra, cuando la cárcel pasó a ser una colonia vacacional,  un naufragio se cobró la vida de 43 personas al volcar accidentalmente un bote por exceso de peso. Esta tragedia fue recordada erigiendo un cruceiro sobre una roca próxima.

 Si escapar nadando era casi imposible, también lo era saltar al mar sin ser visto. Hasta 16 centinelas armados estaban apostados para controlar todos los ángulos de los muelles, portalones y muros. Disparaban a matar si veían huir a algún preso del recinto. Lo irónico es que los reclusos, muchos de ellos hacinados, podían caminar libremente por la isla cuando no estaban haciendo trabajos forzosos. La mayor parte del tiempo lo gastaban buscando algo que comer. A un escultor se le ocurrió simbolizar esta libertad con huellas de cemento, alguna de las cuales se encaminaba hacia el muro, dando a entender lo fácil que era saltar al mar. Quien lo hiciese era hombre muerto.

Algunos guías turísticos han empezado a recolectar historias de familiares que cuentan cómo algún pariente logró llegar a tierra y esfumarse en plena Guerra Civil o en los primeros años de la posguerra, hasta 1943. Su hazaña permaneció oculta mucho tiempo por temor a represalias. Pero salvo esas excepciones, la fuga era casi imposible. La isla, oficialmente una colonia de trabajo reeducativo, ganó fama de cementerio marino porque de allí se entraba pero no se salía.Algunos médicos prisioneros ayudaban a curarse a otros presos, pero la mortalidad era alta por la falta de medios y el hacinamiento.

Relatos de pescadores de la ría cuentan que al ir en barca chocaban con cuerpos amortajados arrastrados por las corrientes. Testimonios recientes, transmitidos oralmente entre las familias de la zona, revelan que los presos no solo morían de enfermedades o de hambre, sino también ejecutados. Tres reclusos se metieron bajo una barca y la movieron hacia la orilla durante tres días.

Una testigo afirmó recientemente, al visitar la isla, que tenía constancia de que, durante la guerra, seis reclusos fueron fusilados en el muelle de las monjas. Sus cuerpos cayeron directamente en una barca y el pelotón la remolcó hasta tierra para arrojar los cadáveres en una cuneta. Son testimonios hasta hora desconocidos que llegan poco a poco a oídos de algunos guías turísticos de San Simón, relatos que luego difunden.

Algunos visitantes que acuden a ver las instalaciones hacen memoria y, emocionados, confían tradiciones orales recogidas en sus casas. Por eso se sabe que algunos fugitivos lograron escapar. Son historias que permanecieron en silencio durante medio siglo y ahora las familias las empiezan a divulgar.

Uno de los casos más sorprendentes que se ha conocido fue el de tres hombres que aprovecharon un descuido de los vigilantes para esconderse debajo de una barca fondeada. Durante tres días, la lancha se fue aproximando sigilosamente a la orilla de la playa de Cesantes. Debido a que los movimientos eran imperceptibles ningún centinela sospechó. En cuanto tocaron tierra, los tres fugitivos salieron corriendo y se escondieron hasta que terminó la contienda y, pasado un tiempo, volvieron a casa. Guardaron silencio hasta ahora.