lunes, 26 de marzo de 2012

Laponia: Seis días para oír: «Acabamos de cruzar el círculo polar ártico»

Laponia: Seis días para oír: «Acabamos de cruzar el círculo polar ártico»


Suplemento Fugas

La Voz de Galicia

23 de Marzo del 2012


RUTA A

 
Un billete InterRail Global para recorrer Europa en 30 días en tren. Tras cruzar Irlanda, Escocia e Inglaterra, comienza la segunda etapa en Copenhague. Tres largas noches hacia Oslo, Trondheim y Bodo. Allí termina la línea férrea y subimos tres días más en bus hasta cabo Norte y otra noche a Rovaniemi

E. VÁZQUEZ PITA 

 «Señores pasajeros,acabamos de cruzar el Círculo Polar Ártico», dice el revisor del autocar que se dirige a Narvik (Noruega), el mayor puerto industrial de
Laponia. El paisaje es desolador y un monolito con una esfera metálica señala que faltan 300 kilómetros para el cabo Norte. «¿Qué significa la palabra kilómetros?», pregunta en inglés un viajero con rasgos esquimales. Se hace interminable llegar al fin del mundo.

 El recorrido en tren nocturno, con el pase global InterRail (175 euros por 5 días de viaje), arranca en Copenhague y llega a la mañana siguiente a Oslo, la capital noruega con el agua
más fresca de Europa. La siguiente escala es Trondheim, un activo puerto pesquero y base militar de donde parte el tren nocturno a Bodo. Amanece en el vagón a las cuatro
de la madrugada. Allí termina la línea de ferrocarril y hay que seguir en bus. Los viajeros con carné de estudiante ISIC obtienen descuentos de hasta el 50 % en transportes
y museos. El bus emplea la tercera jornada en subir a Narvik. Hay transbordos en ferri para cruzar el fiordo de Tysfjord. Los barcos funcionan bien junto a pueblecitos
casi vacíos. La comida es prohibitiva: una bolla de pan con semillas cuesta sobre 3 euros y el cartón de leche, 2.
La renta per cápita de este país petrolífero es de 60.000 euros anuales, lo que da para mucho.

Arquitectura local
Lo que más llama la atención de Narvik es que todas las casas familiares tienen escaleras en el tejado, parecen recién pintadas y carecen de vallas en el jardín. No debe de haber muchos ladrones. Si alguien quisiese buscar empleo en Laponia, Narvik sería un buen lugar: está unido a Suecia por tren y tiene industria. Pero mucha lluvia, niebla y poca gente por la calle. Los alojamientos más baratos son los bungalós compartidos.

En Narvik, sube al bus un taiwanés de perilla y sombrero que parlotea sin parar. El viaje a Tromso y Alta será largo. El autocar se adentra en Finmark, con paisajes montañosos nevados
y pueblos donde paran pandillas de moteros en sus Harley Davidson. El taiwanés les saca una foto y la publica National Geographic.

De camino a Alta, se ve actividad acuícola: unos aros que flotan en el mar son granjas marinas. A medianoche se pone el sol y al momento amanece.

La sexta y última jornada hacia cabo Norte atraviesa un paisaje desolado, salteado de pequeños puertos, tiendas de lona, alces y renos en la carretera y túneles. Ni encontramos
el hotel de hielo de los que habla Españoles en el mundo.

En el centro de observación de Nordkapp aterrizan excursiones de jubilados en bus desde Alicante. La bajada hasta Rovaniemi, el centro económico de la Laponia finesa, coincide con precios más baratos que Noruega. En estas tierras ondea la bandera de Suomi. Muchos renos, bosques, lagos y pocos pueblos, como Ivalo, que recuerdan a Tejas. Rovaniemi acoge la casa de Santa Claus, ambiente universitario y tren a Helsinki. Un buen sitio para trabajar.

viernes, 9 de marzo de 2012

«Vértigo» en las misiones de California

Publicado en el suplemento "Fugas" de La Voz de Galicia el 9 de marzo del 2012

TRAS LA SENDA DE FRAY JUNÍPERO SERRA (EL CAMINO REAL)

«Vértigo» en las misiones de California


Los franciscanos levantaron en el siglo XVIII una red de capillas unidas por el Camino Real, que fueron origen de San Diego, Los Ángeles o San Francisco. Hitchcock rodó en una de ellas

E. VÁZQUEZ PITA

Un tren que atraviesa Silicon Valley, en California, hace parada en una pequeña villa llamada San Carlos. La avenida principal se llama Camino Real,un vestigio de los misioneros españoles. Esta senda fue promovida por jesuitas y franciscanos que, a su paso, fundaron humildes capillas de adobe y asentamientos donde evangelizaron a las tribus nativas de la alta California en el siglo XVIII. Era uno de los lugares más apartados y solitarios del mundo. Su interés revivió cuando Carlos III y el zar ruso emprendieron una carrera por ocupar su costa.

Ahora, los norteamericanos han visto el negocio y convertido la red de misiones españolas en un atractivo turístico. Son los edificios históricos más antiguos del Far West, el lejano Oeste. Incluso el cineasta Alfred Hitchcock rodó en la misión de Dolores,en San Francisco, muchas escenas de Vértigo, una de sus obras maestras. Alrededorde esta capilla y de su bahía se fundó la ciudad que ahora lidera la nueva economía de las empresas puntocom.

El Camino Real comienza en San Diego, sigue por Los Ángeles,pasa por Santa Bárbara, San Luis Obispo, Monterrey,Santa Cruz y San José (origen de Silicon Valley). El camino se detiene en San Francisco y finaliza en Sonoma, una de las capitales del Napa Valley, el valle del vino. A partir de ahí, comenzaban los asentamientos rusos.

Dice la leyenda que los misioneros sembraron semillas de mostaza en las cunetas para iluminar esta senda que supera los mil kilómetros, la mayoría señalizados con una campana. Es un símbolo turístico similar a la flecha amarilla del Camino de Santiago. Algunos tramos discurren paralelos a la mítica y sinuosa carretera Highway One. No es precisamente una autopista, pero el viajero disfruta con sus espectaculares vistas de la costa como Ávila o Morro Bay, sus acentuados acantilados, y su fauna, que incluye a los elefantes marinos. Uno se imagina subido a un burro, como fray Junípero,atravesando colinas áridas y peladas, lomas ahora cubiertas de extensos viñedos.

Historia
Alrededor de las misiones crecían pueblos y ciudades porque el plan era crear asentamientos indígenas para cultivar campos y trabajar en la industria artesanal. Al lado, se edificaba el presidio.

La animada y playera villa de Santa Bárbara ha hecho un museo en su misión. Los turistas pasean por el patio, se refrescan en la fuente o visitan los huertos, la capilla y el cementerio con árboles centenarios.
El museo exhibe artesanía indígena e instrumentos musicales de los misioneros y herramientas de labranza. A su alrededor, crece un vergel.

A la entrada, junto a la bandera norteamericana, se alza una estatua de fray Junípero Serra, el franciscano que promovió el avance en California. Junto a ella, la campana del Camino Real.

Otra misión famosa es la de Dolores, situada entre dos barrios que lucharon por los derechos civiles. Está alejada del centro de San Francisco, porque los pioneros de la fiebre del oro y los marinos se acercaron más al Golden Gate (la boca de la bahía). La capilla original de adobe casi pasa desapercibida ante dos torres posteriores, que salen en Vértigo. El último enclave de Sonoma está rodeado de viñedos, donde se filmó Falcon Crest.