"Recargarás con el sudor de tu frente" (2014)
Publicado el 11 de octubre del 2014
Suplemento YES, sección Curioso (pp30)
La Voz de Galicia
PEDALEA Y MANDA OCHO MEGAS
Las estaciones de tren de París, Lille y Bruselas han instalado un invento genial: un cargador que funciona a pedales y que es divertido
TEXTO: E. V. PITA
Último aviso para los pasajeros que van a embarcar en el tren TGV de la estación de Paris-Montparnasse. Llegará con un retraso de 20 minutos. El pasajero desesperado va a comunicar a sus allegados que llegará tarde a cenar pero la batería del móvil está agotada.
Entonces, observa a tres usuarios que pedalean sobre sendas bicis estáticas, mirando unos hacia otros como si estuviesen sentados en un quesito del Trivial. Para su sorpresa, el ejercicio sirve para recargar el teléfono móvil. Está salvado. Enchufa su cargador a la bici, da unas pedaladas y la batería recobra vida, lo justo para avisar en casa o a los amigos.
DE CHÁCHARA
Estaciones de Francia y Bélgica, sobre todo las de alta velocidad, están implantando este genial invento que hace las delicias de los pasajeros,quienes entre risas y sudor suministran energía renovable y a coste marginal cero a sus dispositivos. Entre las terminales galas que ya montaron estos aparatos están la de París y la de Lille-Europe, por donde circulan los TGV hacia Bélgica. En Lille, tres pasajeras cargadas con bolsas
de tiendas se pasan un buen rato de cháchara mientras pedalean divertidas.
En Bruselas-Midi, la terminal de la que parte el lujoso Thalys y el ICE alemán, un orondo hombre de negocios sentado sobre la máquina lo da todo mientras mantiene la línea, nunca mejor dicho. Y es que tras tantas horas sentado en un tren cualquier excusa es buena para estirar las piernas.
En realidad, la batería se podría cargar en las clavijas de los asientos de los trenes, idóneos para mantener encendidos los ordenadores y tablets.
Pero la clave del éxito del pedaleo es que es divertido. Por ejemplo, en la estación de buses de National Express de Birmingham existen unas taquillas que recargan dentro el teléfono por una módica cantidad. Quizás sea igual de útil pero más soso que subir a la bici estática y resucitar la batería, lo justo para mandar un WhatsApp contando su experiencia y hacerse un selfie. Además, las máquinas están situadas siempre en amplios vestíbulos y lugares de paso porque la idea es que los usuarios se entretengan y lo pasen bien mientras esperan aburridos en los andenes.
La prueba es que, al lado del recargador a pedales, siempre hay otros gadgets para disfrute del viajero. En Lille y en París-Montparnasse colocaron un piano de cola de uso libre y gratuito. Los pasajeros pasan el tiempo tocando sus melodías favoritas, algunos cosechan aplausos y propinas y otros son felices aporreando las teclas.
Tanto el piano como el recargador son un oasis de energía positiva durante los estresados viajes de negocios a la capital europea.
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