jueves, 30 de agosto de 2012

El teatro romano de Braga refuerza la teoría de que hubo otro en Lugo

El teatro romano de Braga refuerza la teoría de que hubo otro en Lugo

La excavación sigue cerrada al público pero podría acoger conciertos



El teatro romano de Bracara Augusta, descubierto en 1999, sigue cerrado al público y con excavaciones a cargo de voluntarios de la Universidad. Sin embargo, los arqueólogos portugueses barajan cada vez más en serio potenciar las gradas como lugar de espectáculos y conciertos.
El teatro del alto da Cividade se halla situado junto a las termas y la palestra donde entrenaban los gladiadores, que sí están abiertas al público. Su hallazgo eleva las probabilidades de que Lugo, la antigua Lucus Augusti, también albergue otro similar en su subsuelo. Lo cierto es que ciudades de dimensiones medias, como Baelo Claudia, en Cádiz, o el de la antigua Zaragoza, tienen uno y Bracara y Lucus tienen un tamaño similar, lo mismo que Asturica Augusta (Astorga). Eran las tres principales capitales del Noroeste del Imperio Romano y estaban comunicadas entre sí por una red de calzadas.
Hasta 1999, no habían aparecido estructuras de este tipo en el Noroeste de la península que en época romana era conocida como Hispania. Hace 13 años, fue descubierta la estructura del teatro bracarense que conserva parte de los vomitorios, las gradas (parte sigue enterrada) y las columnas de los escenarios. El resto ha desaparecido, probablemente como material para construir las murallas, de las que solo queda un tramo, o edificios posteriores.
Desde el 2008, las excavaciones del teatro están estancadas en torno a lo que era el escenario, del que solo quedan restos de columnas en el suelo. Sus dimensiones oscilan entre los 69 y 80 metros, y se hallaba cerca del foro de la ciudad romana. En las catas, han aparecido máscaras de actores. Si en Lugo apareciese material similar, daría pistas sobre la ubicación del teatro, que todavía es un enigma. Algunos arquitectos lo sitúan bajo la Plaza Mayor lucense por referencias antiguas y creen que podría haber un anfiteatro enterrado fuera de las murallas. Hay que tener en cuanta que los romanos levantaban ciudades con un plano similar y las mismas dotaciones.
Mientras el hallazgo del teatro lucense sigue a la espera, en Braga ya se plantean sacarle rendimiento cultural. Aunque el acceso está cerrado al público y no figura en los folletos turísticos, los visitantes de las termas pueden obtener desde la palestra una vista panorámica.

Años de abandono
Tras años de denuncias por el abandono de estas ruinas de Braga por falta de presupuesto para la excavación, han surgido propuestas para revalorizar el yacimiento como escenario de conciertos de pequeña dimensión para unos 500 espectadores. Un programa de intervención arqueológica propone dotarlas de un pequeño museo, baños y una taquilla. Braga, según algunos arquitectos gallegos, incluso podría albergar un anfiteatro pero probarlo requeriría fuertes inversiones para excavar un solar en el entorno A Carvalleira. Mientras Braga avanza en su proyecto de convertir su teatro en un émulo del de Mérida, mejor conservado, en Lugo todavía no hay noticias de un esfuerzo similar para localizar unas ruinas que podrían disparar el valor turístico de sus murallas, ya declaradas Patrimonio de la Humanidad, y sumar uno de los grandes a la lista de monumentos romanos en Galicia, encabezados por el faro de Brigantium, que aún funciona.

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