El movimiento «maker» irrumpe con fuerza en el centro de la ciudad
Abren negocios de impresión en 3-D, cafés para llevar, autolavado, cajas de autocobro, banca virtual y «coworking»Publicado en La Voz de Galicia - Edición Vigo
Fecha: 15 de enero del 2017
Link: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/vigo/vigo/2017/01/15/movimiento-maker-irrumpe-fuerza-centro-ciudad/0003_201701V15C2991.htm
Autor: E.V.Pita
Hágaselo usted mismo. Ese el lema del movimiento maker (artesano, en inglés) que ya hace furor en Galicia y ha llegado a la milla de oro Vigo. El éxito de esta tendencia radica en que el consumidor acepta ser también productor a cambio de ahorrar tiempo y dinero o divertirse. Algo que ha entendido muy bien una conocida fabricante sueca de muebles. Los makers se consolidan como una tribu urbana que organiza ferias por todo el mundo para mostrar sus robots y figuras impresas en 3-D. Paradójicamente, en Vigo, una ciudad industrial repleta de ingenieros y estudiantes, no se ha celebrado ninguna feria maker pero una asociación aspira a montar estos eventos.En la milla de oro, el tramo que va desde la Porta do Sol hasta el final de García Barbón, empiezan a proliferar tiendas y oficinas que apuestan por los proyectos colaborativos, la automatización y la robotización de los servicios.
«Soy un maker, es algo que se está poniendo de moda. Diseñas lo que quieras, lo descargas y lo imprimes», explica el informático Jesús Bolívar. Ha ido a la tienda La Factoría de la calle Elduayen a comprar filamento para su impresora 3-D que él mismo ensambló en casa. «Me costó 600 euros. Mis amigos están esperando a que bajen los precios. Es un pasatiempo pero hay gente a la que se le rompió la pieza de una lavadora e imprime una», dice. El encargado de la tienda, Roberto Vidal, añade: «Muchos clientes imprimen prototipos. En el puerto, quieren maquetas de barcos y piezas mecánicas. Y los chavales dan clases de robótica y saben montarse sus propios robots. Va a haber un bum de lo maker».Pero quizás lo más genuino del movimiento maker de Vigo sean las FabLab, fábricas-laboratorios o talleres donde los ingenieros construyen grandes máquinas 3-D para moldear prototipos industriales.
En García Barbón, Rafael Rosas, de Rysia, quiere organizar un evento para presentar su nueva máquina. También da cursos. «La cultura maker florece, estamos en auge. El naval pide moldes porque es barato», dice.
Las tiendas de tomar y llevar también proliferan. En plena Porta do Sol funciona un local que sirve cafés take away. A Five Monkeys Coffe llegan jóvenes con prisa que salen con un vaso de cappucino. «Somos el Starbucks de Vigo, tenemos los tamaños más grandes de café. Vienen jóvenes trabajadores o gente que ha estado en otras partes de Europa y le gusta tomar el café por la calle», dice el camarero Juan Casal. Cerca se inaugurará en breve otro local que venderá porciones de pizza para comer en la calle
.En García Barbón funcionan lavanderías con máquinas de autolavado. «Lavo aquí porque mi piso es pequeño y no tiene tendedero. Cargo y me voy», dice la usuaria Milagros. En la misma calle, un supermercado tiene cuatro autocajas para que sus clientes no esperen cola y se cobren a sí mismos.
La filosofía del hágaselo usted invade también el sector de cuello blanco. Basta con echar un vistazo al cruce de Colón con Policarpo Sanz y García Barbón. La llamada esquina de los cuatro bancos muestra anuncios de pago con tarjeta con teléfonos móviles o programas de análisis de datos (Big Data) para las pymes. Y la sede de ABanca dispone de un cajero automático que permite al cliente transferir dinero a una cuenta sin usar tarjeta.Las oficinas de coworking también se han asentado en la milla de oro.
En Policarpo Sanz tiene su laboratorio de ideas el despacho colaborativo Impact Hub, que se define como «una comunidad de makers que buscan trabajar por la innovación, la economía social y el desarrollo local desde un marco global».
En García Barbón, con entrada por Roupeiro, ha abierto Kaleido Coworking. Un vecino cuenta que «por las tardes se llena de jóvenes con sus portátiles y cafés». Allí free-lances y microempresas comparten espacio y proyectos colaborativos. «Hace tiempo que está cambiando la manera de trabajar. Eventos y comunidad es clave», dice su web.