Publicado en La Voz de Galicia, edición Vigo, página 12.
Por E.V.Pita
Fecha: 10 de diciembre del 2016
La fábrica inteligente ya está aquí
El consejero digital Ramón Suárez y uno de los mayores "influencers" en la Industria 4.0 propone crear un polo de teletrabajo en Vigo que atraiga talento nórdico
Primero fue la máquina de vapor, luego la electricidad, después el ordenador y ahora las fábricas de Vigo luchan por adaptarse a la futura industria 4.0, en referencia a la cuarta revolución industrial repleta de factorías inteligentes y digitalizadas, donde todas las cosas estarán hiperconectadas por Internet. Un ejemplo es la bodega viguesa Martín Códax, que ensaya la viticultura de precisión y supervisa sus viñedos con drones. Fábricas como PSA o Faurecia ya han implantado en Vigo tramos de cadenas de montaje donde cada pieza porta un código inteligente que transmite datos a la central. Un avance que se extenderá a proveedores y auxiliares del motor.
«El impacto de la industria 4.0 va a ser enorme. De momento, Vigo no se ha quedado atrás, está bien posicionada porque las empresas y la Administración participarán con varios planes. Aquí hay autopistas del mar, aeropuertos y gente con mucho talento», dice Ramón Suárez Alonso, un mentor de empresas y directivo de alquiler de servicios . Este profesor de la escuela de Organización Industrial de la Universidad de Vigo es uno de los expertos que más sabe en el mundo sobre las fábricas inteligentes y el gobierno vasco lo sitúa en el número 157 del World Top Influencer de la Industria 4.0. Figura en el medio de una lista de 300 líderes de opinión de las redes sociales que marcan tendencia.
«Ser influencer es como la bolsa, el valor de tus opiniones fluctúa. Hicieron un barrido mundial y mi nombre está entre los 300 más citados. Esta valoración no se puede comprar», recalca este asesor de Asime o Gain.El experto también preside la Asociación de Mentoring de Galicia, que agrupa a consejeros digitales. «En la última reunión con mis colegas entré a hablar por videoconferencia desde mi móvil, ahora eres ubicuo», dice.
Es mentor del Igape, asesoró al grupo director eEurope i2020 de la Comisión Europea y es experto del ICT Policy and Governance WG de la ONU respecto a la sociedad de la información. A sus 54 años es un nómada: viaja allí donde una empresa le pida consejo o va a formar empleados.Sin embargo, su entusiasmo por la nueva economía que conjuga la impresión 3D, la telefonía 5G, el Internet de las cosas y la minería de datos no engancha en Galicia.
«Nadie es profeta en su tierra. Llevo años proponiendo proyectos de modernización tecnológica en Galicia pero aquí no suelen ir adelante por la idiosincrasia del tejido empresarial gallego. En cambio, en otras regiones o países enseguida se aceptan y los ponemos en marcha rápidamente», lamenta.Propuso a varios organismos y colectivos gallegos montar un Observatorio de la Industria 4.0 «pero nadie mostró interés». Ahora, es miembro del observatorio español y en Andalucía y Extremadura «estamos en ello». Hace dos años, junto a su socio dvanguardia, quiso aliarse con Hacienda para reciclar el convento de San Francisco de Pontevedra y crear allí la Universidad Internet del Futuro pero recibió el silencio por respuesta.
Ahora propone crear en el eje Vigo-Pontevedra un polo de teletrabajo que atraiga a emprendedores del norte de Europa. «Tenemos más horas de luz. Un clima más suave, como el de Baleares o Vigo, favorece la captación de talento e inversión extranjera como Irlanda», dice. Su idea es crear un hub o nodo de empresas de servicios con trabajadores del conocimiento. «Gracias a la hiperconectividad y la globalización podríamos establecer aquí las sedes virtuales de empresas deslocalizadas y star-ups», argumenta. La ciudad sería el despacho: se trabajaría en un bar con wifi, habría reuniones con colegas en una oficina de coworking», explica.
«Las fábricas digitalizadas avanzan rapidísimo, destruirán empleos pero requerirán programadores y talento 4.0. Lo digital ya oferta 500.0000 nuevos empleos en Europa», añade Suárez.