La Voz de Galicia, Fecha de publicación: 18 de noviembre del 2011
Satoru Hayasi, vicepresidente ejecutivo de Fujitsu Technology Solutions en Europa, defiende la idea de una red que interprete los datos particulares
E. VÁZQUEZ PITA
Localidad: MÚNICH / LA VOZ
Satoru Hayashi es el representante de Japón en la sede europea de Fujitsu en Múnich, aliada de la alemana Siemens. El terremoto de Japón en marzo lo sorprendió en su país. Le dieron la oportunidad de volar a Europa pero él, al ver la tragedia y las fábricas paradas, prefirió remangarse y unirse a un grupo de empleados que se volcaron para ayudar a sus compatriotas y familiares. La describe como una experiencia al límite. «Los obreros llegaban a cargar mochilas de 20 kilos, pasamos muchos días en condiciones duras», relató en el reciente fórum de Fujitsu sobre las tecnologías de la información en Múnich.
-Usted promueve la Human-Centric Intelligent Society (Sociedad de Inteligencia Humana Centralizada). ¿Qué es?
-La idea es recoger datos en varios lugares a través de computadores conectados a Internet y transmitirlos a un centro donde serán analizados. Clientes y empresas podrán tener datos más fácilmente y harán uso de aplicaciones de esta red central.
-Ponga un ejemplo...
-Se ha probado en áreas como agricultura, un sector casi del pasado que ha cambiado mucho gracias a la actividad computacional. Los granjeros en Japón capturan datos con cámaras instaladas en los campos de cultivo y la red inteligente os informa de si hace falta más nitrógeno o agua. También se aplica para aumentar la productividad de la leche mediante el uso de sensores que informan de las condiciones de salud del ganado. Vamos a generar información con los datos que captan los sensores. Creo que esto va a cambiar nuestras vidas, porque es muy fácil captar datos a través de smartphones, pecés o tabletas digitales. Incluso los niños, sus propios nietos, pueden tener un osito, que en realidad es un androide, que se basa en la misma tecnología de sensores para enviar información que es tratada inteligentemente.
-¿Qué diferencias tecnológicas ve entre Japón y Europa?
-Las principales diferencias vienen de los smartphones, porque en Japón tienen capacidad de sintonizar la televisión y las productoras envían sus programas a la red de móviles. Los clientes quieren soluciones en función de su cultura. En Japón gastan un montón de dinero para desarrollar soluciones técnicas y customizar su producto, pero en Europa eligen paquetes cerrados de soluciones y raras veces cambian sus prácticas de negocios, como si durasen siempre. Prefiero adaptarme según las modas o la marcha.
-¿Cuál es la experiencia de Japón en la nube?
-Allí estamos listos para prestar servicios de la nube y aplicaciones como las de la sociedad en red inteligente. En Japón, las cámaras captan imágenes en la calle y las envían a la nube. Una sencilla revisión y el posterior análisis bastan para identificar lo inusual, como terroristas, violadores o delincuentes.
-¿Cómo ha afectado a su empresa la tragedia de Fukushima?
-En nuestras fábricas no hemos encontrado señales de contaminación por radiación, la intensidad es inexistente. Hemos hecho chequeos, lo mismo que a nuestros clientes, y no hay ni rastro. Nueve de nuestras fábricas fueron dañadas por el terremoto, pero otras funcionan con normalidad.